viernes, 2 de junio de 2017

MECENAZGO EN EL VALLENATO, EL CASO “MAMA BEATRI”



Abel Medina Sierra
Publicado en Guajira.press (02/06/17)

Cada vez con mayor frecuencia, el mundo artístico de la música vallenata se siente  agitado y  candente por noticias de tipo judicial. Pero esta vez no se trata de los líos judiciales de los cantantes,  incumplimientos de los contratos o saludos a personas de dudosa reputación. Se trata de  la captura hace meses  y el  reciente encendido del “ventilador” por parte de Beatriz Isabel Castro Pérez, una empresaria  inmobiliaria nacida en Sutamarchán, Boyacá. 
Para cualquier desprevenido amante del vallenato el nombre no les dice nada,   pero sí les suena si se les dice que es la misma “Mama Beatri” que tanto saludan en sus discos intérpretes como Diomedes Díaz, Peter Manjarrés, ‘Beto’ Zabaleta, Iván Villazón, ‘Poncho’ Zuleta, Silvestre Dangond, ‘Mono’ Zabaleta, Kvrass, Farid Ortiz, Martín Elías entre otros. La  misma que  ha sido pareja de Churo Díaz, que sus hijos Juan David y  Antonella también tienen el privilegio de sonar en los apetecidos saludos, de seguro eso la relaciona con esta música. 



De ella se ha dicho que su músculo financiero y a punta de “payola” hizo pegar a Churo Díaz, que organizaba muchas fiestas privadas con conjuntos vallenatos, que patrocinaba festivales y auspiciaba grupos. Una vez escuché decir a un programador musical que recibió dinero de ella para que votara para que un joven compositor resultara elegido como compositor del año y hasta se habla de una lujosa camioneta que recibió un reconocido “folclorista” y hombre de radio. 

 El Diario El Pilón llegó a decir de ella que “El apoyo de ‘Mamá Beatri’ consistía, primero, en pagar por el saludo; en caso de que a ella le agradara el proyecto musical, aportaba dinero para la promoción del o los artistas, así como también enviaba regalos a empresarios, locutores, promotores de disqueras y compraba cierta cantidad de compactos con el fin de conseguir un ‘Disco de Oro’ o ‘Diamante’ en el menor tiempo posible”.
Entrevistado por el Diario El Tiempo, el cantante Churo Díaz, una vez capturada la “Mama Beatri” reconoció una relación pero muy fugaz que ya a hacía parte del pasado. Interrogado de los saludos hacia su ex expresó:   “Solo en “Métete a la moda”, que fue mientras estuvimos juntos, pero a ella la nombraba todo el mundo. Como folclorista, Beatriz apoyaba a artistas con camisetas, gorras, pasacalles, como cualquiera que se salude en un Cd”.
Pero la presión de los fiscales y la inminencia de una condena hicieron que Mama Beatri prendiera el ventilador y allí tomó desquite de un Churo que quiso negarla. Ha manifestado haber regalado al cantante urumitero la bicoca de más de dos mil millones de pesos representados en efectivo; casi la mitad de este dinero solo en ropa y lujos como carros de alta gama, casas, compra de discos. La mecenas y ex compañera sentimental de Jorge Iván Díaz, El Churo; reconoce el pago de payola a muchas emisoras y que fue su músculo financiero el que le bajó el luminoso premio Luna a su ex marido. Que le confiera la calidad de socio al cantante vallenato lo compromete y vincula con la investigación penal que bajó de los cielos a la gran “patrona” de los músicos vallenatos.  

A ‘Mamá Beatri’, junto a  Elba Helena Velandia Coy, gerente y asesora comercial de la sociedad Asesores Inmobiliarios y Jurídicos Costa Azul SAS, la Subdirección Seccional de Fiscalías de Bogotá le imputó cargos nada menos que por estafa agravada en modalidad delito masa. Específicamente, se les acusa de  estafar  a más de 140 personas por un valor superior a 16 mil millones de pesos ofreciendo la entrega de bienes inmuebles en remate que nunca cumplían.

La captura de “Mama Beatri”, ha sido un duro golpe para varios intérpretes. Es que ella era al momento de su captura, la mecenas de moda y quizás, la primera mujer que construye fama por las altas cantidades que dejó en manos de actores musicales del vallenato. Su caso, nos lleva a repasar cómo esta música ha recibido el impulso benéfico de  ciertas modalidades de mecenas.
La palabra “Mecenas”  deviene  de Cayo Mecenas, diplomático y escritor romano de linaje,  consejero de Octavio Augusto y protector de los poetas Horacio y Virgilio en la Roma antigua.  Durante el renacimiento cobró fuerza la figura del mecenas pues  familias poderosas como los  Sforza y Médicis en Florencia apoyaban a artistas inventores de talento excepcional como Da Vinci o Miguel Ángel. En épocas más recientes de capitalismo,  existen  los filántropos que donan cuantiosas fortunas para financiar entidades culturales y artísticas como  el Instituto Smithsoniano, conjunto de 16 museos en Estados Unidos, fundado en 1846 por donación de herencia del británico James Smithson (1765–1829).
En el caso vallenato, los viejos  juglares acudían a algunos hacendados y consumados parranderos quienes les organizaban  presentaciones, le echaban algunos pesitos en el bolsillo y hasta le podían regalar una novillita, dos sacos de plátanos o un acordeón. Recordemos que los Gutiérrez de Piñeres y Trespalacios fungieron como mecenas de Alejo Durán y otros peones con talento musical de su colosal hacienda ganadera. 

 Luego vino el periodo en que algunos gamonales y caciques políticos usaron a los músicos para convocar electorado y se solían rodear de ellos y patrocinar parrandas. Entre estos recordemos a Pedro Castro,  Aníbal Martínez Zuleta o el mismo Crispín Villazón de Armas, a quien su hijo, Iván, le salió cantante. 
Con la bonanza marimbera se viene la desmesura dadivosa de los nuevos ricos. Fue escaso el músico vallenato de la época que no obtuvo regalos de los muy despilfarradores y parranderos “culopuyús”. Carros, joyas, ganado y hasta armas hicieron parte de los “regalitos” con los que los mecenas de entonces pagaban parrandas y canciones que eran sus himnos personales: “El gavilán mayor” “Chato Oñate”, “Buena parranda”, “Soy parrandero y qué”,  “El marimbero” son ejemplos de estas loas al mecenazgo marimbero. En su biografía, Romualdo  Brito reconoce que un barón de la marimba financió su primera grabación y en su autobiografía confiesa que otro le regaló una pistola lo que demuestra el grado y el extremo  de apoyo que encontraron los intérpretes en esta época que aún añoran. 
Con el tiempo los nuevos mecenas fue la versión mejorada de los marimberos: los “presuntos” traquetos o capos de carteles regionales. Los nombres de Samuel  Alarcón, Santa Lopesierra se volvieron famosos por su reconocido mecenazgo para con los grandes intérpretes.  “Mico” Durán o Jorgito Gnecco eran los  grandes patrocinadores  de Jorge Oñate como Samuel Alarcón de Farid Ortíz  o Lucho Ángel González y Felipe Eljach de Diomedes Díaz.

Pasa el tiempo y se diluye este tipo de mecenazgo, viene el periodo de los políticos y grandes contratistas. El preludio de “Mama Beatri” es doña Enilce López, “La Gata” que gastó fortunas en saludos para su veleidosa hija Wendy Vanessa y para sus delfines políticos Jorge Alfonso (inmortalizado por Diomedes como “El Papá de los pollitos”) y Héctor. Enilce fue una de las primeras políticas que usó la fama de los grandes cantantes como catapulta de su proyecto proselitista y eso hoy es la  principal fuente de mecenazgo.
No olvidemos que durante el corto gobierno en La Guajira de Kiko Gómez, el aporte del Departamento a cualquier evento artístico- cultural eran las presentaciones de Poncho Zuleta y Jorge Oñate, esa es una nueva forma de mecenazgo y de pago de saludos en las canciones. Las campañas se anuncian con saludos, se lanzan y se cierran campañas con estos intérpretes apadrinados por el político de turno y nunca faltará en la parrilla del festival del pueblo si gana las votaciones.     
El protagonismo  de “Mama Beatri” como mecenas es inédito, ella llegó a ser exaltada  y perseguida por los pequeños y grandes intérpretes. Era tan grande su madrinazgo que se mide en la apelativo de “mama” como muestra  que era una protectora, criadora; a tan grado de   veneración que era como una “santa”. Cualquier intérprete anhela que también se le aparezca “la santa” que catapulte su carrera aunque  como en este caso, resulte ser la “santa baila”, la “santa whisky” o la “santa estafa”. 
Nuevas formas de mecenazgo vendrán para nuestros músicos, pero Beatriz Castro pasará a la historia como la soberana “mamá” que apadrinó el éxito de muchos aunque, parece ser,  con el dinero de los incautos.    

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